"Leer es buscar otras realidades para comprender mejor esta realidad". Caivano: ¿Es verdad que los animales pueden predecir terremotos?

¿Es verdad que los animales pueden predecir terremotos?

Luis Emilio Meléndez Batista

Colegio Bilingüe de Panamá

RESUMEN

En este trabajo, como el título lo indica, se tratará acerca del tema de que si los animales pueden o no predecir terremotos. A lo largo de la historia se han producido eventos sísmicos en los que los animales han salido bien librados y miles de personas han muerto. Debido a estos sucesos se han hecho investigaciones por distintos científicos en los que se busca demostrar que este fenómeno sea cierto. Sin embargo, todos han arrojado el mismo resultado en el que animales de distintas especies se comportan de manera inusual antes de un terremoto, pero todas con periodos de tiempo distintos. Algunos un mes antes, otros días, otros segundos. En conclusión se dice que no son predicciones en sí, sino que son percepciones de leves movimientos anteriores al terremoto que no pueden ser percibidos por los seres humanos.

INTRODUCCIÓN

Los animales son parte fundamental para la vida en la tierra, cada especie posee características específicas. No obstante, existen algunos animales que han demostrado ser capaces de predecir terremotos, o al menos así aparenta ser. Gracias a eventos sísmicos como el terremoto de Darfield, Nueva Zelanda; Nagano, Japón, y L´Aquila, Italia. Se han obtenido informes importantes para el estudio de este fenómeno. En estas investigaciones se ha descubierto que el comportamiento de estos animales varía dependiendo de su distancia del epicentro del terremoto. Y según Heiko Woith, sismóloga del Centro Alemán de Investigación en Geo ciencias, faltan pruebas científicas, es decir pruebas que sigan de manera estricta el método científico, para que se pueda responder a la incógnita de si los animales pueden predecir terremotos.

¿Qué han hecho los científicos para resolver este enigma?

Para tratar de encontrar una solución a esta pregunta los científicos se han dedicado a realizar estudios y a revisar los ya hechos previamente por otras personas. Y para sustentar o al menos tener un motivo por el cual dudar de si es cierta o no esta pregunta de la que trata este trabajo, se han basado en hechos que vienen desde antes de Cristo. El terremoto en Hélice, una ciudad de Grecia, en 373 a.C. dejó a la ciudad hecha un caos en el que murieron muchos habitantes. Curiosamente se afirma que animales como perros, gatos y serpientes abandonaron la ciudad antes de este terremoto.

En el año 2004 en Indonesia ocurrió un tsunami en el que murieron cientos de miles de personas, pero a pesar de esto se conoce que animales como elefantes y otros tuvieron tiempo de escapar. Por hechos como estos es que estas investigaciones tienen una base para seguir abiertas, ya que no se puede probar que sea cierto pero tampoco se puede afirmar que sea falso. Para todos esto estudios se han utilizado alrededor de 130 especies de animales, principalmente, perros, gatos, serpientes, vacas e incluso insectos debido a su experiencia de supervivencia y, que son los animales que más se han observado teniendo comportamientos extraños antes de este tipo de desastres naturales.

CONCLUSIÓN

Finalmente, al no poderse comprobar claramente este fenómeno de los animales mediante la obtención de resultados contundentes, se ha llegado a la conclusión de que resulta imposible comprobar que los animales puedan predecir terremotos. Sin embargo, para Stella de la Torre, Ph.D. en zoología, algunos animales tienen comunicación sísmica. Esto lo respalda con los infrasonidos (sonidos que no pueden ser percibidos por los seres humanos) que pueden percibir algunos animales. Los elefantes son unos de estos animales que se comunican mediante ondas infrasónicas y esto podría explicar cómo es que los elefantes tuvieron tiempo de escapar del tsunami de 2004 en Indonesia. De la Torre no descarta que existan más animales con este tipo de habilidad y que probablemente esté presente en todos aquellos animales que se suelen de comportar de manera extraña e inusual antes de que se produzca un terremoto.